30 de septiembre de 2014

Cuando el derecho se convierte en deber


     ¿Qué haces por aquí, compañero/a? ¿Un paseo distraído por Alcalá te ha traído hasta nuestra esquina? Pasa al calor del Café y toma asiento. Creo que la tertulia que estoy a punto de comenzar puede interesarte.

     Fue a principios de junio cuando, paseando por la Feria del Libro en El Retiro, choqué de repente con dos de las muchas caras televisivas que usan las casetas como reclamo al lector. Se trataban de la periodista Nieves Herrero y… un parlamentario catalán.
    El presidente de Ciudadanos, el carismático Albert Rivera, me miraba con una sonrisa desde el otro lado del separador, apoyado sobre la pequeña criatura que hacía poco había publicado. “Juntos Podemos” rezaba el título, y me atreví a pensar si las dos palabras serían las correctas para definir su ideario tras conocer los resultados (y sorpresas) de las últimas elecciones al Parlamento Europeo… ¿No podría causar confusión entre los que ya veían la palabra “Podemos” en cada esquina y se alejaban corriendo de ella? ¿Sería contraproducente esa elección?

28 de septiembre de 2014

Un grito desesperado.



     El Café de Fornos fue, a finales del s. XIX, uno de esos tantos reductos urbanos que en Madrid acogían cultura atraída por el olor a café recién molido. 

    
     Era el más importante local de tertulias de la capital antes de la aparición del Café Gijón, y sus clientes habituales, que se sentían especialmente atraídos por la particular excentricidad de su mobiliario, no hicieron más que ensalzarlo en publicaciones de revistas y periódicos, convirtiéndolo finalmente en un lugar emblemático que, a pesar de sus escasos años con vida, aún hoy es sinónimo de diversidad cultural.